Líbano
Esta nación en la costa mediterránea es un punto de conexión fascinante entre Oriente Medio y Occidente. Reúne cristianismo e islam, tradición y modernidad. Es un lugar donde la cultura, la familia y la religión son los pilares fundamentales de la sociedad.
Líbano es el hogar de una cocina nacional fabulosa y de la ciudad hedonista más glamurosa, Beirut. De ritmo acelerado pero abrumadoramente amigable, no es una ciudad relajante en la que pasar el tiempo, su energía, alma, diversidad y atmósfera la convierten en una ciudad vital y adictiva. Un par de excelentes museos son las atracciones clave, pero también podremos explorar los diferentes distritos, pasear por el paseo marítimo y sumergirse en los restaurantes y la vida nocturna de la ciudad.
Dañado por décadas de guerra civil y e intervenciones de las naciones vecinas, el Líbano, sin embargo, ha sido bendecido con magníficas vistas de montañas, majestuosas ruinas antiguas y un pueblo indomable y hospitalario. Este pequeño país recompensa al viajero con alimento para el pensamiento y una fiesta para los sentidos y el estómago.
Visitaremos las ruinas de Baalbek que constituyen uno de los vestigios más impresionantes del Líbano y posiblemente sean las mejor conservadas de Oriente Medio. Los templos aquí, que fueron construidos en una escala extravagante, han gozado de una gran reputación a lo largo de los siglos y siguen logrando mantener un atractivo maravilloso.
Una de las aldeas más encantadoras del Líbano, el bonito asentamiento de Chouf de Deir Al Qamar, fue la sede de los emires del Líbano durante los siglos XVII y XVIII, y conserva una serie de hermosos edificios de esta época. Es una escapada de fin de semana muy popular para los libaneses.
